Los sujetos se dirigen al analista para buscar una respuesta acerca del amor, y es allí donde cada vez reinventan ese amor que llamamos “transferencia”.
Sin embargo nos servimos del término “errancia” para pensar un modo particular del malestar actual y que se presenta frecuentemente bajo la forma de la soledad contemporánea, es decir sujetos que pueden llevar en si la voluntad de encontrar un partenaire sexual, pero siempre les surgen obstáculos. O sujetos que pueden prescindir del partenaire sexual y consagrarse al partenaire asexuado del plus de gozar. Consumos varios, compras compulsivas, zaping generalizado, saltan de una cosa a la otra, de una persona a la otra o de objeto en objeto, y también de analista en analista.
Tal vez, y a partir de las intervenciones surgidas en la noche preparatoria de las Jornadas, se podría pensar que en primer caso la errancia es solidaria de la impotencia y en el segundo caso, es solidaria de la metonimia de goce. Pero en los dos casos intentando encontrar un síntoma que haga de límite a la errancia.
Daniel Aksman
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